Instrucciones

1. Selecciona los garbanzos secos, retira los que estén en mal estado o muy pequeños. Colócalos en un tazón grande y cúbrelos completamente con agua fría. Dejarlos en remojo durante la noche para que se ablanden. Esto tomará aproximadamente 8-12 horas, asegurándote de que los garbanzos se expandan y sean más fáciles de procesar.
2. Una vez que los garbanzos estén bien remojados, escúrrelos y enjuágalos con agua fresca. Colócalos en el procesador de alimentos. Añade el ajo pelado y picado, el comino para darle el sabor característico, cilantro y perejil fresco lavados y picados, el jugo de un limón fresco para añadir un toque ácido, una pizca de sal y pimienta al gusto. Procesa todo hasta que la mezcla tenga una textura que se pueda formar fácilmente en bolitas. Si la mezcla parece muy seca y se desmorona, puedes agregar un poco de agua, pero con cuidado de no excederte.
3. Con las manos ligeramente humedecidas, toma pequeñas porciones de la mezcla y forma bolitas o pequeñas tortitas, según tu preferencia. El tamaño ideal es de unos 3-4 cm de diámetro para que se cocinen de manera uniforme. Colócalas en un plato mientras calientas el aceite.
4. Pon suficiente aceite en una sartén profunda como para cubrir las bolitas y caliéntalo a fuego medio-alto. Para saber si el aceite está listo, puedes colocar una pequeña porción de la mezcla en el aceite; si burbujea, está listo para freír. Coloca las bolitas cuidadosamente en el aceite caliente y fríelas por tandas para no bajar la temperatura del aceite, girándolas para que se doren uniformemente. Esto tomará aproximadamente 4-5 minutos. Una vez doradas, retíralas con una espumadera y déjalas escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
5. Para la salsa tahini, en un tazón pequeño, combina salsa tahini (pasta de sésamo) con el jugo de un limón fresco, una pizca de sal y agua fría poco a poco. Mezcla con un batidor de mano o una cuchara hasta obtener la consistencia cremosa y suave deseada. Si la salsa queda muy espesa, puedes añadir más agua, pero debe ser agregada gradualmente para controlar la textura.
6. Sirve el falafel caliente acompañado de la salsa tahini. Puedes decorar con algunas hojas de cilantro o perejil fresco para añadir color y un toque extra de sabor. El falafel puede ser disfrutado solo, en un plato acompañado de ensaladas frescas, o incluso dentro de un pan pita formando un sándwich delicioso y nutritivo.