Pizza de pimientos asados, espinacas y queso feta

¿Buscas una receta única y deliciosa que combine sabores mediterráneos con la tradicional pizza? No busques más, porque la Pizza de pimientos asados, espinacas y queso feta es la combinación perfecta de ingredientes frescos y sabores exquisitos que deleitarán a todos en tu mesa.

Esta variante de pizza tiene sus raíces en la cocina mediterránea, conocida por su rica utilización de vegetales, queso y hierbas, brindando platos que no solo son deliciosos sino también nutritivos. Los pimientos asados ofrecen un dulzor caramelizado, las espinacas aportan una textura suave y el queso feta agrega ese toque salado y cremoso esencial para equilibrar los sabores. ¿Pero sabías que además esta pizza es una fuente excelente de antioxidantes y vitaminas gracias a los pimientos y espinacas? Sí, comer delicioso también puede ser saludable.

Un dato curioso sobre esta pizza es que, a pesar de su fuerte influencia mediterránea, se ha convertido en una querida opción en pizzerías de todo el mundo, adaptándose a los gustos locales y variando en ingredientes según el lugar. Esto la convierte en una receta versátil y siempre abierta a la interpretación personal.

Ahora, un consejo útil al preparar tu Pizza de pimientos asados, espinacas y queso feta es asar los pimientos hasta que estén perfectamente caramelizados y usar espinacas frescas para garantizar la mejor calidad del plato. Además, el queso feta puede ser tan suave o picante como prefieras, permitiéndote ajustar la pizza a tu gusto específico.

Preparar esta pizza no solo es un viaje culinario hacia los sabores del Mediterráneo sino también una excelente manera de incorporar más vegetales en tu dieta. Es ideal para una cena familiar, un evento especial, o simplemente como una deliciosa opción vegetariana. Así que la próxima vez que quieras sorprender a tus seres queridos con algo nuevo y emocionante en la mesa, no dudes en preparar una Pizza de pimientos asados, espinacas y queso feta.

Ingredientes:

• 1/2 taza de queso feta
• un pan plano Flatout*
• 2 dientes de ajo
• 1/2 taza de pimiento naranja, en rodajas
• 1/4 taza de cebolla rosada, en rodajas
• 1/2 taza de pimiento rojo, rebanado
• una taza de hojas de espinaca, crudas y trituradas
• 1/2 tomate, rebanado

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Instrucciones:

1. Prepara todos tus ingredientes antes de empezar. Lava bien las espinacas, el tomate, los pimientos rojo y naranja, y también la cebolla rosada. Pela los dientes de ajo.
2. Precalienta tu horno a 220 grados Celsius. Mientras se calienta, aprovecha para cortar los pimientos y el tomate en rodajas no muy gruesas, la cebolla en rodajas finas y el ajo lo más pequeño posible, casi como si lo picaras.
3. Coloca los pimientos, las rodajas de tomate, de cebolla y los pedacitos de ajo en un bol grande. Añade un chorrito generoso de aceite de oliva y mezcla todo muy bien para que las verduras queden bien impregnadas con el aceite. Esto ayudará a que se asen de manera uniforme y se caramelicen bien.
4. Toma una bandeja para hornear y coloca un papel pergamino sobre ella. Extiende cuidadosamente la mezcla de pimientos, tomates, cebolla y ajo sobre la bandeja garantizando que queden en una sola capa para que todos los vegetales tengan contacto directo con el calor y se asen de forma uniforme.
5. Lleva la bandeja al horno y asa los vegetales a 220 grados durante 20 minutos. Sabrás que están listos cuando veas las verduras tiernas y los bordes de los pimientos empiecen a tomar un color ligeramente dorado o caramelizado.
6. Mientras los vegetales se están asando, prepara tu espacio para montar la pizza. Extiende la masa en plano en otra bandeja para hornear que hayas forrado con papel pergamino para evitar que se pegue.
7. Una vez los vegetales estén asados, sácalos del horno con cuidado de no quemarte. Baja la temperatura del horno a 200 grados si es necesario.
8. Ahora es momento de montar tu pizza. Inicia colocando las espinacas crudas y lavadas sobre el pan plano. Es importante distribuir uniformemente para cubrir toda la superficie. Esto te garantizará que cada bocado tenga un poco de espinaca.
9. Sigue el montaje de tu pizza colocando las capas de pimientos asados, tomates y cebollas sobre las espinacas. Intenta distribuir los ingredientes de manera equitativa por toda la pizza para que todos los sabores se integren bien.
10. Ahora espolvorea uniformemente el queso feta desmenuzado sobre la capa de vegetales. El queso feta aportará esa textura suave y un sabor salado-sabroso que complementará perfectamente el dulzor de los pimientos asados y la frescura de las espinacas.
11. Con el horno precalentado a la temperatura indicada, introduce la bandeja con la pizza montada. Hornea durante 10 minutos a 200-220 grados. Este tiempo es perfecto para que el queso se funda ligeramente y los sabores de todos los ingredientes se fusionen.
12. Para terminar y darle un toque crujiente a tu pizza, activa la función de asar de tu horno y cocina la pizza a fuego lento durante 2-3 minutos. Este paso es crucial para conseguir que los bordes del pan plano se doren y el queso adquiera un ligero tostado. Pero ten cuidado, ya que este proceso es rápido y si no lo vigilas, podrías quemar tu pizza.
13. Una vez terminado el asado, saca la pizza del horno con mucho cuidado de no quemarte. Usa guantes de cocina para evitar accidentes.
14. Deja enfriar tu pizza durante unos minutos antes de cortarla. Esto permitirá que el queso asentado y los vegetales reposen un poco, haciendo más fácil cortar la pizza en porciones.
15. Corta la pizza en porciones del tamaño que prefieras, sírvela en un plato y ¡listo! Ahora disfruta de tu pizza de pimientos asados, espinaca y queso feta.