Instrucciones

1. Pon 1 litro de agua en una olla grande. Deja que el agua caliente a fuego medio. Sabrás que el agua está lista cuando empiece a formar pequeñas burbujas en el fondo de la olla, justo antes de empezar a hervir.
2. Toma 3 cucharadas de pasta de miso y dilúyela en un tazón pequeño con un poco de agua caliente. Para hacerlo, usa un tenedor o un batidor pequeño y mezcla bien hasta que la pasta de miso esté completamente disuelta y no haya grumos.
3. Ahora, con cuidado, vierte la mezcla de miso disuelto en la olla con agua hirviendo. Hazlo lentamente para evitar salpicaduras.
4. Añade 1 cucharadita de dashi en polvo a la olla. Remueve la mezcla suavemente para combinar bien los ingredientes. Baja el fuego para que la mezcla siga cocinando a fuego lento, así permitirás que los sabores se mezclen sin que la sopa hierva.
5. Prepara el tofu cortándolo en cubos pequeños, de aproximadamente 1 cm de lado. Luego, agrega con cuidado estos cubos de tofu a la olla. También añade 1 cucharada de algas wakame secas. Si las algas wakame son grandes, puedes cortarlas en pedazos más pequeños con las manos antes de agregarlas a la sopa.
6. Deja que la sopa cocine durante 5 minutos a fuego lento. Este tiempo es suficiente para que el tofu se caliente por completo y las algas wakame se hidraten y suavicen.
7. Para añadir un poco más de sabor, agrega 2 cucharaditas de salsa de soja a la sopa. Hazlo con cuidado y mezcla suavemente para no deshacer los cubos de tofu.
8. Antes de servir, corta 2 cebollas verdes en rodajas finas. Utiliza tanto la parte blanca como la verde para obtener más color y sabor.
9. Sirve la sopa caliente en cuencos. Agrega las rodajas de cebolla verde encima de cada cuenco como decoración. Esta sopa es mejor disfrutarla mientras está caliente, justo después de prepararla.