Arroz con Pollo – Receta Tradicional
Arroz con Pollo: Un Clásico Irresistible
Duración de Preparación | 30 minutos |
Duración de Cocción | 45 minutos |
Descripción General
Dificultad | Normal |
Dieta | Omnívora |
Cocina | Guiso |
Cocina | Española |
Comida | Plato Principal |
Un sabroso arroz con pollo con el inconfundible sabor madrileño. Un plato sin complicaciones, perfecto para convidar a toda la familia sin necesidad de acudir a ningún restaurante específico. Ideal para intolerantes al gluten.
Ingredientes
Cantidad | Ingrediente | Precio Estimado |
500 g | Arroz | 1.50 € |
500 g | Pollo | 4.00 € |
Total | 5.50 € |
Utensilios
- Cazuela grande
- Cuchara de madera
Instrucciones
- Corta el pollo en trozos medianos y márcalo en la cazuela con un poco de aceite.
- Una vez que el pollo esté bien dorado, agrega el arroz y sofríe juntos unos minutos.
- Añade agua (el doble de cantidad que de arroz) y déjalo todo cocinar unos 20-30 minutos hasta que el arroz esté en su punto.
Información Nutricional
Nutriente | Cantidad | RDI |
Fats | 10g | 50% |
Carbohydrates | 80g | 26% |
Proteínas | 30g | 60% |
Peso por ración: 400g. Estos valores son estimaciones y pueden variar dependiendo de los ingredientes específicos utilizados.
Curiosidades
Aunque muchas personas creen que el arroz con pollo es de origen asiático, en realidad es un plato que se come en muchas partes del mundo, cada uno con su toque especial. En Madrid, por ejemplo, se cocina a fuego lento y con amor.
El Arroz con Pollo al Estilo Madrileño es una de esas recetas que no puede faltar en el recetario de cualquier amante de la buena cocina española. Este plato, que combina la sencillez con el sabor de manera magistral, tiene su origen en la rica y diversa culinaria de Madrid, una ciudad conocida por su capacidad para fusionar tradiciones de diferentes partes de España y del mundo. Pero, ¿cuál es la historia detrás de esta deliciosa receta y qué datos curiosos giran en torno a ella?
Este plato tiene raíces profundas en la historia culinaria de España, siendo una variante regional del más global «arroz con pollo» que se prepara en muchas regiones españolas, cada una con su toque distintivo. La versión madrileña destaca por la utilización de ingredientes típicos de la zona, como el azafrán y el chorizo, que le dan ese colorido y sabor único, convirtiéndolo en un favorito entre locales y visitantes.
Un dato curioso sobre el Arroz con Pollo al Estilo Madrileño es cómo este plato refleja la historia y evolución de la cocina madrileña. Inicialmente, era considerado un platillo de clase obrera, accesible y económico, pero con el tiempo se ha ido refinando y ganando popularidad en todo tipo de estratos sociales, siendo hoy en día un imprescindible en las cartas de los restaurantes más exclusivos de la ciudad.
Además de su rico sabor, este plato ofrece varios beneficios gracias a sus ingredientes. El pollo es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, mientras que el arroz proporciona carbohidratos necesarios para la energía diaria. A esto, se suman las especias como el azafrán, que además de aportar color y aroma, tiene propiedades antioxidantes.
Para preparar un Arroz con Pollo al Estilo Madrileño digno de los paladares más exigentes, es fundamental utilizar ingredientes de la mejor calidad. Asegúrate de que el pollo esté fresco y preferiblemente sea de corral, y que el arroz sea del tipo que mejor absorba los sabores del caldo y los demás componentes. El toque final lo da el sofrito, clásico de la cocina española, que debe prepararse con paciencia y amor, sofriendo bien la cebolla, el ajo, y el tomate.
En conclusión, el Arroz con Pollo al Estilo Madrileño no es solo un plato delicioso, sino también un testimonio de la rica historia culinaria de Madrid y España. Prepararlo y disfrutarlo es una forma de conectar con tradiciones que han trascendido generaciones, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia. La próxima vez que tengas la oportunidad de disfrutar de este extraordinario plato, recuerda la historia, esfuerzo y tradición que contiene cada bocado. Sin duda, es una experiencia culinaria que todos deberían disfrutar al menos una vez en la vida.