Instrucciones

1. Lava bien todas las verduras bajo el grifo para retirar cualquier residuo de tierra o pesticidas.
2. Pela los tomates y el pepino. Para los tomates, puedes hacer una pequeña incisión en forma de cruz en la base y sumergirlos en agua hirviendo durante unos segundos para facilitar el pelado. Luego, retira la piel de los pepinos con un pelador o cuchillo.
3. Quita las semillas del pimiento verde y desecha la parte central. Después, pela la cebolla y el ajo, quitando la capa más externa.
4. Corta en trozos medianos el tomate, el pimiento, el pepino, la cebolla y el ajo. No te preocupes por el tamaño exacto, ya que todo se triturará en la licuadora o batidora.
5. Colócalos en la licuadora o batidora. Si tu equipo es pequeño, podrías tener que hacerlo en tandas.
6. Añade aceite de oliva, vinagre y sal al gusto. Una buena proporción es comenzar con aproximadamente 50 ml de aceite, 3 cucharadas de vinagre y una cucharadita de sal, pero puedes ajustarlo a tu preferencia.
7. Bate a velocidad alta durante 2 minutos o hasta obtener una mezcla homogénea y suave. Para una mezcla más fina, puedes batir por más tiempo.
8. Si deseas, pasa la mezcla por un colador para obtener una textura aún más suave. Este paso es opcional y depende de tus preferencias de textura.
9. Prueba la mezcla y corrige la sazón, ajustando el aceite, vinagre o sal según sea necesario. Si encuentras el gazpacho muy espeso, añade agua fría poco a poco hasta alcanzar la consistencia deseada.
10. Refrigera el gazpacho en la nevera durante al menos 2 horas, o hasta que esté bien frío. Esto permite que los sabores se mezclen mejor.
11. Sirve el gazpacho bien frío, acompañado de su guarnición que puede incluir cubitos de pan tostado, trozos pequeños de los mismos vegetales usados en la receta, un chorrito de aceite de oliva y algunas gotas de vinagre.